El síndrome del ojo seco se da cuando nuestros ojos no producen suficientes lágrimas para mantenerlos húmedos o cuando estas lágrimas no cumplen su función correctamente. Esto puede causar malestar e incluso problemas de visión.
Síntomas del síndrome del ojo seco
- Ojos rojos
- Escozor
- Sensibilidad a la luz
- Visión borrosa
- Sensación de malestar en el ojo
Causas del síndrome del ojo seco
No existe una sola causa para sufrir este síntoma, no obstante algunas de ellas podrían ser una edad avanzada, menopausia, una mala alimentación o incluso la utilización excesiva de lentes de contacto. Por ello avisamos de la importancia de su detección temprana, acudiendo a un profesional que nos pueda facilitar un diagnóstico individualizado.
Tratamientos para el síndrome del ojo seco
El tratamiento que pueda tener va de la mano de la causa que ha generado el ojo seco, aunque existen algunos tratamientos generales que pueden ayudar a aliviar sus síntomas:
- Gotas para los ojos. Es el tratamiento más común. Gotas humectantes que nos ayudan a hidratar nuestros ojos, de venta en cualquier farmacia.
- Medicamentos recetados. En los casos más graves, nuestro oculista puede recetarnos algunos medicamentos que ayude a nuestros ojos a producir más lágrimas.
- Cambios en el estilo de vida. Puede ser un medicamento (pudiéndolo cambiar por otro que haga el mismo efecto), ambientes nocivos (cargados de humo, por ejemplo), demasiado tiempo delante de una pantalla, etc
- Tapones para el conducto lagrimal. En algunos casos extremos, las lágrimas drenan demasiado rápido de los ojos. Para su tratamiento el médico puede optar por unos tapones lagrimales, que nos ayudarán que las lágrimas se mantengan más tiempo en nuestros ojos.
- Cirugía. En algunos casos, el ojo seco se da debido a que el párpado inferior esté demasiado suelto. El oculista podría sugerir una cirugía que arregle este problema, aunque esta solución es la menos común de todas.